La copa menstrual es un invento revolucionario y ecológico de higiene femenina.
Se ha ideado como un sustito para compresas y tampones, que pueden llegar a producir problemas de sequedad, candidiasis o el síndrome del shock tóxico, relacionado con el uso de tampones. Además, te ayudará a ahorrar a largo plazo, ya que son reutilizables.
Si la cuidas y la utilizas bien, una copa vaginal puede durarte unos cinco años, sin embargo, se recomienda renovar las copas una vez al año para asegurar la higiene y el perfecto funcionamiento del producto.
¿Cómo funciona?
Se trata de una copa de silicona hipoalergénica que se coloca en un sitio inferior a los tampones y recoge el flujo menstrual, sin absorberlo, ayudando a que no haya pérdidas.
Antes de usarla por primera vez no olvides esterilizarla. Tiene un funcionamiento muy sencillo. Primero asegúrate de que tienes las manos limpias, con agua y jabón es suficiente, después sólo has de introducir la copa doblada con forma de U en la vagina durante los días que estés menstruando. No debes utilizar lubricante para introducir la copa vaginal, pues podrías estropear el material con el que está fabricada.
Una vez dentro, la copa se abrirá para poder recoger el flujo menstrual, lo retendrá en su interior para que después lo vacíes. Si está correctamente colocada no debería haber pérdidas pues debería estar adherida a las paredes vaginales, si cree que está mal colocada vuelva a intentarlo, es sólo cuestión de práctica. Puedes usarla en cualquier situación y momento, incluso para hacer ejercicio, darte un baño o llevarla durante toda la noche.
No es necesario que te la quites cada vez que vayas al baño, incluso algunas marcas venden aparatos que ayudan a la hora de orinar para que no sea necesario quitar la copa, pero has de extraerla y limpiarla con una frecuencia de entre cuatro y ocho horas, dependiendo del flujo menstrual que se tenga, aunque es conveniente vaciarla entre dos y cinco veces al día.
Las primeras veces, la hora de extraer tu copa vaginal puede ser el momento más incómodo, pues hace falta práctica hasta quitarla de forma rápida y sencilla. Has de estar relajada y cómoda, para que las paredes vaginales no estén rígidas, dejando aire dentro de la copa, con lo cual sería mucho más difícil retirarla. Las copas tienen un extremo más largo en la parte final para que extraerlo sea mucho más fácil. Vacía el contenido de la copa, lávala con agua caliente un poco jabonosa y vuelve a ponértela.
Máxima higiene y comodidad
Una vez que tu menstruación haya finalizado, deberás lavar la copa vaginal con agua hirviendo durante unos 20 minutos. No te preocupes, el material con el que está fabricada resistirá las altas temperaturas, pero asegúrate de no echar ningún otro tipo de producto tales como detergentes, alcohol o lejía dentro de la cacerola. Algunas marcas venden productos específicos para limpiar las copas, pero está demostrado que sólo con hervirla en agua es también suficiente.
Después de lavarla, deberás dejarla en un lugar fresco y seco, por lo general, casi todas vienen con una bolsita de algodón especial para que la guardes.
Si la colocas de forma correcta te sentirás cómoda y será difícil que notes que lo llevas puesto. Pero para colocarlo bien, al principio necesitarás practicar el ángulo y la posición adecuada para introducir la copa, pero una vez que lo hayas hecho un par de veces, te resultará muy fácil de poner.
Tamaños
Hay dos tallas diferentes de copa vaginal. La elección de la talla depende en primer lugar de la edad, si se es mayor o menor de 25 o de 30 años, la franja de edad cambiará dependiendo de cada marca. En segundo lugar, también dependerá de si has dado a luz, ya sea mediante parto vaginal o por cesárea.
Así que ya sabes, si estás cansada de los métodos tradicionales, adquiere ya una copa vaginal y pruébala, por lo general, las mujeres que la prueban tienen una buena experiencia y deciden repetir. Este método tan práctico te ayudará a ti económicamente, además de que colaborarás a mejorar el medio ambiente, disminuyendo la cantidad de residuos.
